Sobre nosotros

Un safari en pareja, es mucho más emocionante de lo que parece.

Y aunque no lo creas, puedes realizar un safari en pareja sin salir del país.

A veces, eso de “safari” como que suena mal.

De repente me viene a la mente esas imágenes de personas con un rifle en la mano y un animal bajo sus botas. Y no, por ahí no paso.

Pero sí, claro que están los safaris fotográficos, esos que se supone que viajas al lugar de origen de los animales y te dedicas a hacerles fotos en su hábitat. Y sí, me encantaría, pero mi presupuesto me dice lo contrario.

Entonces una compañera valenciana, me comenta que hay un lugar muy chulo en Alicante, que está segura que me gustaría.

Y como me quedan unos días de fiesta, para coincidir con unas mini vacaciones impuestas de mi churri, pues para allá que nos vamos.

A ver, nos costó un poco llegar, creo que la “chica” del navegador se vengó de nosotros, por todas las veces que nos indica algo y no le hacemos caso. Porque nos liamos un poco. Pero llegamos.

Mi pareja, que no es muy dado a casi nada, pero al que le encantan los animales más que a mí, me dijo que había hecho él la reserva.

Algo que me dejó pelín pillada, porque no tenía ni idea de que se tenía que reservar nada, pensaba que se iba, se compraba la entrada y se visitaba, pim pam, como en casi todas partes.

Pero lo que no me dijo, es que lo que contrató, sí que era necesaria esa reserva.

Porque nos pilló un tour privado… (el muy… para que no le diga que no, que primero veamos cómo es y eso, contrató en plan sorpresa). Aunque la verdad es que el plan se lo agradecí mucho.

Fue genial, estuvimos con un guía todo el tiempo.

Nos mostraba todo lo que había en la reserva, nos contestaba a las preguntas que hacíamos de una manera amable y muy amigable. Y eso que debió quedar hasta las narices de mí y mis preguntitas.

Nos acercamos a los animales, e incluso pudimos alimentar a algunos. Los elefantes fueron los que más me llamaron la atención, por la cercanía con la que se mostraron.

Pero mis prefes, los que vi y me emocioné, fueron los lobos.

Nos comimos unos bocatas, porque no quería perderme nada. y me encantó

Es una experiencia única que espero repetir y que recomiendo a todo el mundo.

¿Habéis estado? ¿Que os ha parecido?