LAVACA

Amor y comida van de la mano.

Sí, amor y comida van de la mano. En los restaurantes, en los talleres culinarios, en esas parejas de enamorados, que disfrutan de comer juntos....

Sé que puede parecer poco romántico, si ves el título.

Más bien, o queda vulgar (asociando chuletón a filetazo) o queda raruna la expresión en una web de planes en pareja.

Pero yo no lo veo así.

Para empezar, ¿qué es el amor? Una de las cosas que entiendo por amor, es ver a mi pareja feliz, disfrutando de lo que le guste, y compartir su felicidad, disfrutar viéndole disfrutar.

Y si hay algo que a mi churri le entusiasma es comer un chuletón de un kilo, hecho a la parrilla “como dios manda”. Lo dicho, amor y comida, todo uno. 

Y eso es algo que podemos encontrar en el restaurante LAVACA, en el Paseo de la Castellana, muy cerca del estadio Santiago Bernabéu.

Como ya he comentado en otras entradas, nos encanta eso de pasear, a mi churri en la naturaleza en especial y a mi en las ciudades, así que paseamos bastante la verdad.

Madrid nos ofrece unos lugares preciosos para pasear, zonas comerciales, jardines, parques y monumentos para que no nos aburramos en ninguna visita.

Paseábamos por la Castellana, y estuvimos mirando un rato LAVACA para decidirnos a entrar.

Pero cuando mi churri vio que había un chuletón de 1k, y empezamos a oler lo que se estaba cocinando, pues no se lo pensó mucho más (hay que ver cuando hay hambre, lo rápido que es este hombre decidiendo)

El local impresionante, refinado, cuidadoso con todos los detalles (sí, es de los que pica en el bolsillo), y absolutamente divino.

Por lo visto tuvimos mucha suerte. Porque por lo visto, no es uno de esos lugares en los que puedes entrar y ya está. Por lo visto hay que reservar con antelación. A pesar de estar bastante lleno, quizás por ser un miércoles al mediodía, nos atendieron y tenían mesa disponible.

La atención magnífica, en todos los sentidos.

La comida fantástica.

Os podría recomendar lo que nosotros comimos. Pero la verdad es que prefiero que vayáis y escojáis.

Básicamente porque estoy convencida que TODO lo que sirven en LAVACA es de primerísima calidad y delicioso.

Para nosotros fue una comida excepcional. Comer relajados, saboreando todo lo que nos sirvieron. Viendo a mi pareja disfrutar tanto con su chuletón, y con todo lo demás.

El poder charlar mucho, bien. Sentir la felicidad del otro en esos pequeños detalles, en esos momentos que nos regalan las cosas simples, como es un plato de comida.

¿Y vosotr@s, habéis ido a LAVACA? ¿Os apetece ir?

¿Sabéis de algún otro lugar en el que poder disfrutar de un chuletón XXL? ¿Bien hecho y con un sabor genial? (Esa pregunta es de parte de mi churri)

¿También creéis que el amor y la comida van juntos? Esperamos vuestros comentarios.