Sobre nosotros

¿Te he dicho ya que me encanta el agua?

Y creo que es por eso que me encanta l’ Aquarium Barcelona.

Pues sí, me encanta no sólo estar en el agua, la sensación de ingravidez (por un rato dejo de estar tan gorda :P ), el placer de flotar como si volase. Si no ver el agua, el baile de la luz en ella. Los peces y sus movimientos.

En Aquarium Barcelona, puedes ver una gran cantidad de fauna marina, en tanques enormes. Es pasear como si estuvieses bajo del mar.. (que conste que esta última frase la he dicho canturreando como Sebastián, de la Sirenita).

Pero lo más chulo lo he descubierto hace poco, y en la mejor compañía, mi pareja.

Sumergirnos entre tiburones.

No hace falta ser submarinista, ni tener ningún carnet para eso, ni nada de nada (bueno sí, que te apetezca estar cerca de ellos).

Por un día, te enseñan todo lo necesario para la experiencia. Aprendes a usar un regulador, a respirar bajo el agua, señales de buceo y como flotar con todo lo que te ponen.

Si avisas, puede venir alguien contigo, a verte y hacerte fotos (sin flash) y saludarte desde fuera del tanque. Pero en nuestro caso nos sumergimos los dos.

No sabes lo magnífico que es ver tan de cerca los tiburones y el resto de peces que conviven con ellos.

Algunos peces parece que quieran jugar contigo, se acercan tanto que al verlos con las gafas que llevas, parecen mucho más grandes, y hasta asustan. Es realmente increíble.

Una experiencia única, emocionante, encantadora, impactante y que por supuesto dejará huella para siempre en vosotros.

Luego, al salir de l’Aquarium, tanto si habéis realizado esta experiencia o disfrutado de las instalaciones en su visita habitual, podéis comer algo o pasear por el Maremagnum, y así acabaréis con un día redondo.

Es lo que hicimos nosotros, y fue espectacular. Recomendado no, recomendadísimo¡¡¡