Pitapes

Primera cita, una historia....

Historia de una primera cita... casi real...

Me gustaría que me contaras cómo sería para ti, una primera cita ideal.

Venga voy a hablar como si fuese tú por un momento.

Hummmm

Vamos a lo típico.

Es alguien con quien llevas un par de semanas chateando en el Lovoo. Le entraste con una chorrada. Un día que estabas algo plof, te gustó su perfil. Pero no te importaba mucho eso de caerle bien, básicamente porque ya has estado toreando con algunas piezas….

En fin, sin tener muy claro por qué, te contestó con una vacilada, y le seguiste el juego.

Cuando te quisiste dar cuenta, resulta que llevabas varias horas charlando, y apenas tenías un par de horas para dormir.

Te ha dicho que estaría bien que os conozcáis de una vez, que tiene un día libre, y que si quieres te recoge y te invita a comer.

No tienes muy claro si será así, algo hay que no te acaba… pero te apetece conocerle, así que habéis quedado en la estación de trenes de Granollers, y a ver que acaba de pasar.

Has llegado puntual, aunque es raro en ti, piensas que a lo mejor te has pasado con la colonia, y te dan ganas de volver para atrás y cambiarte de nuevo.

Has escogido un pantalón tejano y una camisa, que has planchado con cuidado, como te enseñó tu madre. Pero ahora se te antoja que vas demasiado “formal”.

Y aparece su coche, un Nissan Almera granate, con unos cuantos años, pero bien cuidado.

Y ella te sonríe desde el lado del conductor y te invita a entrar.

Los dos besos de rigor, un par de — Bueno, pues nada, aquí estamos— y un par de risitas nerviosas, antes de que te suelte que eres guapo, más de cómo esperaba que fueras.

Bien¡¡ Has triunfado, porque ella es precisamente como la esperabas, perfecta.

Guapa, simpática, un poco vacilona, con un punto entre coqueta y divertida, que no sabes si se está quedando contigo o te está vacilando…

Aparca en la calle mayor, justo delante de la Plaça de la Corona, pero como son las 14h no hay de pagar zona azul.

Y vais caminando, el pequeño trayecto al Pitapes, que es el restaurante que ha elegido.

PERFECTO, perfecto todo.

El lugar, la gente que os atiende, el menú (El Steak Tartar es brutal, el Tataki de Atún es fantástico, y el Drácula casero es… hummmmmm) Y por supuesto ella.

La charla, la cerveza que habéis probado deliciosa, el vino de la comida, y su comentario a la hora de pagar como te había dicho — La próxima, aquí y me invitas tú, ¿vale? — te hace sonreír y salir reservando hora para mañana.

Lo demás, continuará…..